Para la década de los años noventa, el modelo de atención para la población
con autismo., continua
asumiendo los basamentos teóricos del modelo psicopedagógico, y se considera que los trastornos en la interacción
social y comunicación se puede beneficiar con la educación especial. En
Venezuela la década de los 70 fue importante en al educción especial pues se
crea el Ministerio de Educación para las personas excepcionales y las políticas relacionadas con la
educación especial. Se promueve el método de estimulación temprana
tardía. La concepción de aprendizaje expresada en este modelo se enfoca desde
una perspectiva interdisciplinaria, con una visión integral y dinámica de la formación de la personalidad de
educando, en interacción con su entorno socio-cultural.
Lo anterior suena muy
bonito, pero la realidad que observamos en los instituciones de educación especial,
dista mucho de una atención especializada centrada en las características del
espectro autista; situación agravada desde que se planteara en el 2011 la propuesta
de cambios en esta modalidad. Los CAIPA, que eran los únicos centros que
brindaban atención diferenciada están por desaparecer para dar paso a los Centros
de diagnostico. ¿Como las autoridades educativas priorizan espacios para el
diagnostico, más que para la atención que es un proceso permanente? Es una interrogante
mas en esta crisis de la educación especial en Venezuela. En el caso de las
actuales “Escuelas Primarias para la diversidad funcional, observamos en el
trabajo de aula estrategias para el
retardo mental, organizadas en proyectos de aprendizaje, el resto de tiempo, los jóvenes con autismo
severo deambulan por los pasillos de las instituciones, pues luego de un
periodo de clase, los docentes sin la debida preparación se encuentran sin
estrategias y actividades para atenderlos.