Saludos cordiales! en
el caso de mis hijos de los rasgos de su condición que mas afecta su
calidad de vida son los episodios agresivos, ellos lo tratamos
con modela miento conductual, pero también nos
apoyamos con tratamiento farmacológico, deseo compartir un
articulo publicado en autismo diario sobre la risperidona y el
aripiprazol
La tríada de características
centrales del autismo son los déficits en la comunicación, la poca interacción
social y los comportamientos repetitivos. No existe un medicamento que actúe
sobre esos síntomas. Sin embargo, dos fármacos del grupo de los antipsicóticos
atípicos (risperidona y aripiprazol) se usan frecuentemente para el tratamiento
de la irritabilidad y los comportamientos agresivos que frecuentemente se
observan en niños y adolescentes con autismo. Un trabajo de Dean Elbe y Zaahira
Lalani del Hospital Infantil de la Columbia Británica (Canadá) publicado en el Journal
of the Canadian Academy of Child and Adolescent Psychiatry realiza una
revisión de 23 ensayos controlados y aleatorios sobre tratamientos
farmacológicos en autismo y TEA. Además de los más típicos, los antipsicóticos
anteriormente mencionados también se estudian anticonvulsionantes (lamotrigina,
levetiracetam, topiramato, valproato), fármacos con acción en el sistema
nervioso central (amantadina, clomipramina, clonidina, ciproheptadina,
metilfenidato), suplementos nutricionales (ácidos grasos omega-3, gingko biloba
y levocarnitina) así como pentoxifyllina, un fármaco con propiedades
inmunodepresoras. Los efectos más importantes son para los dos antipsicóticos
con los siguientes resultados:
Risperidona. Un total
de siete ensayos clínicos con un total de 367 niños y adolescentes han
estudiado los resultados de este medicamento para el tratamiento de la
irritabilidad. Seis de los siete estudios encontraron una mejoría frente
a los resultados encontrados con un placebo. El séptimo no encontró diferencias
estadísticamente significativas pero era un pequeño estudio con solo 23
sujetos. El estudio más importante encontró una respuesta en un 76% de los
casos tratados con risperidona frente a un 12% en los que habían tomado un
placebo. Las dosis medias estuvieron en un rango entre 1 y 2 mg por día. Lo
efectos secundarios adversos de la risperidona en los ensayos clínicos incluyen
somnolencia, infecciones del tracto respiratorio superior, aumento del apetito,
incremento de peso, incremento de la salivación, congestión nasal y
estreñimiento. Hay tres informes de disquinesia en niños bajo tratamiento con
risperidona.
Aripiprazol. Dos ensayos clínicos
aleatorios, con una participación de 316 niños y adolescentes mostraron mejoría
frente a los controles. Las respuestas variaron entre un 49 y un 52% para el
aripiprazol frente a un nivel de mejora del 14 al 35% para el placebo. La
respuesta se evaluó como una puntuación de dos o menos al final del estudio. La
respuesta para el aripiprazol se detectaba a las dosis bajas (5 mg por día) y
no mejoraba a dosis más altas (de 10 a 15 mg por día) Los efectos secundarios
adversos del aripiprazol eran somnolencia, fatiga, incremento de la salivación,
vómitos, diarreas, aumento del apetito, aumento de peso, fiebre y síntomas
extrapiramidales. En el caso de la olanzapina solo se ha hecho un
ensayo controlado y aleatorio, con un total de 11 pacientes. La dosis media era
de 10 mg/día. No se encontraron mejoras estadísticamente significativas. Entre
los efectos adversos están la sedación y el aumento de peso, y en algunos
casos, rinitis, estreñimiento e insomnio. Además hay otros fármacos
que se han estudiado pero con grupos pequeños por lo que los resultados no son
concluyentes. Entre los que parecen tener posibilidades están la clonidina,
metifenidato, divalproex, levocarnitina, ciproheptadina, pentoxifillina y el
topiramato (como adjunto a la risperidona) Otros medicamentos que se han
estudiado y que no han mostrado evidencias de eficacia en el autismo incluyen
la amantidina, el levetiracetam, los ácidos grasos omega-3 y los extractos de Gingko
biloba. Nunca está de más recordar que cualquier tratamiento con un fármaco
debe ser realizado bajo la supervisión de un médico. Recetar un medicamento es
un proceso que tiene que evaluarse en el contexto de los beneficios y riesgos
para cada paciente y comparado frente a otras opciones de tratamiento no
farmacológicas. Puesto que los dos fármacos han empezado a usarse desde
relativamente poco tiempo (en estados Unidos la risperidona se autorizó en 2006
y el aripiprazol en 2009), la información sobre el tipo y magnitud de los
efectos secundarios es todavía muy limitada, así como los efectos a largo
plazo. Estos ensayos nos permiten evaluar la eficacia de otras posibilidades de
tratamiento y el uso combinado de fármacos que tienen buenos resultados pueden
ayudar cuando los antipsicóticos a dosis óptimas no consiguen controlar los
síntomas o causan un nivel de efectos secundarios intolerable. La terapia
psicológica puede emplearse siempre que sea posible antes o además de la
farmacoterapia. Para leer más:
Elbe D, Lalani Z. (2012) Review of
the pharmacotherapy of irritability of autism. J Can Acad Child Adolesc
Psychiatry. 21(2):130-146. www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3338180/
Fuente: http://autismodiario.org/2012/09/25/risperidona-y-aripiprazol-en-tea
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